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La caja de Skinner fue una herramienta usada por muchos psicólogos para estudiar el comportamiento. Básicamente, es una jaula que contiene un ratón, cuando el roedor la oprime, algunas veces obtiene comida. Otras veces, ¡nada sucede!
Con el tiempo, el ratón aprende que, al empujar la barra, puede recibir comida, así que empuja, empuja y empuja hasta que obtiene su alimento.
Pues bien, cuando nos desplazamos sin parar por las redes sociales en busca de algo emocionante, estamos haciendo lo mismo.
Mira el siguiente video:
Obviamente, somos muy diferentes a los ratones, pero el objetivo detrás de ambas acciones, empujar la barra y desplazarnos en las pantallas, es el mismo: repetimos el comportamiento hasta que recibimos algún tipo de recompensa.
En nuestro caso, la recompensa es una publicación que nos parece divertida, entretenida o algo que simplemente nos gusta. Dejamos de deslizar la pantalla el tiempo suficiente para ver el contenido y luego, volvemos a desplazarnos, en busca de la siguiente publicación, hasta que nuestro deseo esté satisfecho.
¿Te suena familiar?
El diseño de las redes sociales hace que sean infinitas. Podrías desplazarte para siempre y nunca quedarte sin algo que ver. En ocasiones, este desplazamiento puede parecer automático o sin sentido, más como el resultado de un condicionamiento que de una decisión constante.
Esto nos lleva a pasar más tiempo en las redes sociales de lo que pretendemos e incluso, de lo que queremos. Y eso puede causar algunos problemas.
Supongamos que despiertas, tomas tu celular y empiezas a deslizar la pantalla. Te desplazas tanto que, posiblemente, ya vas tarde para tu trabajo. En casos más extremos esto podría hacerte descuidar otros aspectos de tu vida o provocarte ansiedad cuando estás lejos de tu teléfono.
Cuando interactúas con publicaciones en redes sociales, le estás suministrando datos a ciertos sitios. Ellos toman esa información y la usan para personalizar aún más el contenido que ves, mostrándote cosas y publicidad relacionada con lo que has visto anteriormente.
Esto no es necesariamente algo malo. Un feed más personalizado puede introducirte a contenido que, quizás, no hayas visto de otra manera.
Sin embargo, este diseño también refuerza nuestro comportamiento de “desplazarnos infinitamente” y aumenta, considerablemente, la cantidad de tiempo que gastamos en las redes sociales. Este es más o menos su propósito. Son simplemente empresas que desean que sus usuarios pasen más tiempo usando su aplicación o sitio web.
¡La buena noticia es que no somos ratones! Tal vez empujemos una barra teórica tal como ellos lo hacen, pero poseemos la inteligencia que les hace falta.
Con todo esto lo que queremos decirte es que está bien usar redes sociales, pero también es importante ser conscientes de cuánto tiempo les dedicas. Puede que no siempre sea fácil liberarse de las garras del desplazamiento infinito, pero puedes empezar por adquirir conciencia y fijarte unos límites apropiados.
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