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¿Has notado que algunas partes de tus textos parecen resaltar, mientras que otras… no tanto? Bueno, puedes mejorar esas frases que parecen aburridas dándoles un nuevo orden. Para eso, lo ideal es identificar las dos voces en la escritura: activa y pasiva.
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Hay dos voces en la escritura: activa y pasiva. En la voz activa, el sujeto de una oración es el actúa. Por ejemplo: "Neil Armstrong caminó en la luna". Esta voz es directa, clara y fácil de leer.
Mientras que, con la voz pasiva, se actúa sobre el sujeto. Algo como: "La luna fue caminada por Neil Armstrong". ¿Notas la diferencia? Aunque la voz pasiva es gramaticalmente correcta, no tiene la misma energía o claridad que la voz activa.
Para empezar, el orden de las palabras puede parecer torpe y antinatural, haciendo que tus textos sean más difíciles de leer. También, tiende a usar más palabras que la voz activa y, a lo largo de un documento, todas esas palabras extra hacen que se sienta muy pesado.
En general, te recomendamos usar más seguido la voz activa, que la voz pasiva. Esto te ayudará a mantener una escritura rápida y eficiente.
Si aún no sabes cómo detectar la voz pasiva, aquí te compartimos algunos tips:
Si ves estas partes juntas, es muy probable que la frase esté en voz pasiva.
En la frase: "El dinero fue arrojado al aire por Jacobo", Jacobo es nuestro sujeto, y "arrojado" es el verbo.
Sólo mueve a Jacobo al principio de la frase, antes de "arrojado"; recorta las palabras innecesarias y reordena algunas otras.
Ahora, la frase: "el dinero fue arrojado al aire por Jacobo", se convierte en "Jacobo arrojó el dinero al aire". El mensaje que entregas es más breve, claro e inmediato.
Aunque la voz activa es increíblemente útil, en ocasiones la voz pasiva es la mejor opción. Por ejemplo, se puede pasar a la pasiva si el actor de una frase es desconocido o irrelevante, como en la frase:"Las propuestas se aprobarán tras el debate". En este caso, nos interesa la aprobación de las ideas, no quién las aprobó.
La voz pasiva también es ideal para crear un tono de autoridad, como en un cartel que exige a los empleados que se laven las manos. No importa quién exija a los empleados que se laven, ¡sólo tienen que hacerlo!
También puede ser pasivo cuando no se sabe quién es el responsable de la acción, como en este ejemplo: "El misterio nunca se resolvió".
La voz que uses puede hacer una gran diferencia en tu escritura. A menudo, la voz activa añadirá ánimo y claridad; pero ocasionalmente, la voz pasiva será tu mejor opción. Tómate un tiempo para elegir la que mejor se adapte a ti, seguramente tu escritura mejorará.
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