Crecimiento profesional y personal: El miedo al ridículo

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El miedo al ridículo

“Es el valor que más falta nos hace: el de afrontar el ridículo” (Unamuno, El sepulcro de don Quijote). Esta es una cita de Unamuno. Es que afrontar el ridículo implica …

¿Qué implica? El miedo de hacer algo que sea digno de que alguien se ría de nosotros nos frena, traba y bloquea. Y cuando estás en esa condición eres incapaz avanzar.

Olvídate de los demás y haz lo que tú quieras hacer.


Podríamos decir que el problema es falta de seguridad. El asunto es que cuando te preocupas demasiado porque los demás no estallen de risa a causa tuya, se te escapan las oportunidades de hacer las cosas con las que tanto has soñado, o que en un futuro pueden ser las historias más divertidas que les contarás a tus nietos. Se te pasa la vida pendiente de otros y terminas por dejarte de lado con tal de quedar bien o de resguardar un “qué dirán” que termina siendo más que todo una simple falsedad.

Pero si en cambio de ese miedo a ser un objeto risible aprendiéramos a mofarnos de nosotros mismos, entonces supliríamos dos faltas: primero, no estaríamos atentos a lo que otros pueden llegar a pensar, sino que estaríamos enfocados en qué hacemos y para dónde vamos que es lo que realmente puede tener una consecuencia. Segundo, podríamos reírnos de nosotros al mismo tiempo que los otros, lo que implicaría que nos hacemos parte del grupo, si es que esa es la preocupación.(¿Se habían percatado que la única diferencia entre nosotros y otros, en tanto a morfología, es el prefijo "nos-"? Solo hace falta que añadas tres letras para considerarte parte de un grupo, para identificarte con él). 

Como conclusión, si estás en una fiesta y no sabes bailar, pero quieres hacerlo, ¡PUES QUÉ IMPORTA, HAZLO!  No permitas que el miedo o la vergüenza te apabullen y te limiten. Gózate cada instante, sino, cuando te des cuenta, ya no habrá tiempo de reírte un rato y pararte a bailar. De pronto a lo que te enfrentas es a tener que hablar y dar una idea en una reunión, pero temes que te digan que es estúpida y no sirve. ¡ATRÉVETE!... ¿Qué tal que esa idea te abra las puertas de aquello que has anhelado siempre?

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