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Todos lo experimentamos, tanto en el trabajo como en nuestras vidas personales. A menudo, es causado por cambios en el mundo que nos rodea, los cuales no podemos controlar.
Pero lo que sí podemos manejar es cómo nos enfrentamos y reaccionamos ante el estrés. Veamos algunas estrategias para enfrentarlo:
Cuando nos estresamos, tendemos a enfocarnos en las cosas que están ocasionando el estrés y perdemos de vista nuestro cuidado.
Es importante que encuentres algo de tiempo en tu calendario para relajarte o hacer lo que disfrutas. Esto puede renovar tu energía y bienestar.
Intenta hacer una lista de tareas y darles prioridad. Así te será más fácil superarlas e, incluso, encontrar algunas que no son necesarias o que puedes delegar a otros.
El estrés a menudo nos cansa y aumenta nuestra ansiedad. Los estudios han demostrado que, con el tiempo, el ejercicio puede ayudar a reducir los niveles de ansiedad y hacer que nos sintamos más enérgicos.
Encuentra una actividad que disfrutes como caminar, nadar o algo más, e intenta ajustarla a tu horario semanal.
Si bien no puedes controlar lo que sucede a tu alrededor, hay ciertos factores estresantes que puedes eliminar.
Por ejemplo, intenta limitar tu acceso a las noticias, pasa menos tiempo en redes sociales o reduce la cantidad de proyectos nuevos que tomas.
Aunque el estrés es inevitable, ten en cuenta que siempre hay formas de controlarlo y, por ende, de mejorar nuestra calidad de vida.
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