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Tal cual sucede en las clases presenciales, las clases en esta herramienta tienen su propio espacio y estructura.
Cuando creas una clase, se genera una base de datos sobre los estudiantes y otros docentes que están inscritos a esta. Así mismo, se crea una carpeta en la que se almacenan los documentos sobre tareas, trabajos, evaluaciones y demás actividades académicas relacionadas a la clase.
Ten en cuenta que cada uno de estos espacios académicos poseen su propio tablero. Allí, tanto tú como tus estudiantes, según los permisos que tengan, podrán publicar anuncios y/o mensajes generales.
Ubícate en la esquina superior derecha de la ventana y haz clic en el botón + para desplegar el menú de opciones.
Haz clic en la opción Crear una clase.
Se abrirá un cuadro de diálogo para certificar tu tipo de licencia de uso de Google Classroom. Si harás uso de esta herramienta bajo una cuenta personal o particular, haz clic en el cuadro de chequeo. De lo contrario, comunícate con tu institución para conocer las directrices de uso.
Se abrirá un cuadro de diálogo con un pequeño formulario en el cual deberás ingresar los datos principales de tu clase:
Haz clic en el botón Crear. ¡Ahora, tu clase ha sido creada!
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