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Área espiritual
En este caso nos enfocaremos en el área o ámbito espiritual del la vida. Este está íntimamente ligado a nuestra mente. Es normal que al hablar de esta área se asocie con religiones, y no es errado, pero para fortalecer el espíritu, no tiene que hacerse de esta forma necesariamente.
Fortalecer este ámbito es importante, ya que nos puede ayudar a tomar las riendas de nuestra vida, se trata del estado del espíritu frente a las cosas, relaciones, espacios, etc. También tiene que ver con la forma como reaccionamos ante nuestro sentimientos, acciones, hechos externos, unos provocados por nosotros mismos y otros por otras personas.
Sin duda alguna, saber cuidar de nuestro lado espiritual es algo primordial, ¿sabes por qué? Porque una persona que tiene una mente "equilibrada", puedes afectar los otros ámbitos de la vida: afectivo, financiero, intelectual, profesional, etc.
Veamos esto de forma más detallada: ¿será que para desarrollar el lado espiritual es necesario frecuentar la iglesia o un templo? La respuesta es no. Aunque estos lugares ser una forma de encontrar el camino para mantener la mente equilibrada, tener el espíritu equilibrado depende más de nuestras actitudes, gestos y la forma de enfrentar la vida, pero no creas que esto es fácil, para conseguirlo debes trabajar a diario y de forma constante.
A continuación encontrarás algunos aspectos que puedes trabajar para mejorar el equilibrio del espíritu.
No quieras agradar a todos
Seguramente habrás escuchado muchas veces frases como: "cuanto más intentas agradar a las personas, más daño te haces". Primero, es imposible agradar a todo el mundo. Segundo, es un gasto innecesario de energía. No vale la pena agradar a los otros a cualquier costo. La mejor solución es pensar primero en ti, agradarte y quererte a ti mismo, estar bien, sin necesidad de preocuparte sobre lo que las otras personas estén pensando de ti. ¡Enfócate en ti! Solo tú puedes cambiar y transformarte en lo que deseas transmitir.
Sé integro
El contacto íntimo que podemos generar con nosotros mismos, solo nos puede hacer bien. El sentido de crecer espiritualmente es conocerse mejor, saber quienes somos de verdad. Un buen camino para ello es el conocimiento. Otras formas pueden ser la meditación, la reflexión, la lectura, el yoga, ejercicios físicos y otras alternativas.
Caminos sobran para eso, es más, no es necesario que escojas uno solo, puedes combinar varios, con los que te sientas mejor y se adapten a tu pensamiento y necesidades de crecimiento espiritual. Recuerda que todo tiene un objetivo, en este caso, equilibrar la mente y el espíritu, de tal forma que puedas sentirte tranquilo y alcanzar tu paz interior.
Ama lo que haces; hazlo perfecto
Este punto es fundamental, el amor es el principal motor para transformar todo lo que hay a nuestro alrededor. Hacer tus actividades con amor, cariño y aprovechar cada minuto en su totalidad; hacer cada tarea con absoluto ahínco solo puede traer consigo resultados positivos. Tener una mente equilibrada significa, entre otras cosas, tener la capacidad de disfrutar y hacer las actividades y tareas con excelencia.
Cuida tus palabras
"Las palabras tienen poder", un viejo dicho de las madres y las abuelas. Las cosas que decimos pueden hacer bien o hacer mal , por eso es importante cuidar de lo que sale de la boca: pensar antes de hablar, decir cosas razonables, inteligentes y que hagan bien a las demás personas, trae consigo resultados positivos tanto como para ti como para los otros.
Por otro lado, es importante no dejarnos afectar por las palabras que otras personas lancen hacia nosotros, sobre todo, cuando hacen daño. Es necesario crear un escudo y filtrar las palabras que queremos dejar que lleguen a nosotros porque muchas veces son el reflejo de lo que la otra persona lleva dentro. Cuida tus palabras, evita hablar mal, crear chismes o maldecir. Intenta siempre desear el bien al prójimo.
Sé agradecido educado y gentil
Aunque en el primer punto hablamos de no preocuparnos mucho en agradar a los demás, esto no significa dejar de ser gentil. Ser amable con otros hace gran diferencia en nuestras vidas. Ser educado, amable y gentil nos hace el bien a nosotros mismos, más que a otros. Este camino nos permite disipar ambientes tensos y evitar angustias innecesarias. Esto no significa querer agradar a las personas, si no tratar a todos con respeto.
Busca siempre crecer
Es importante nunca dejar de crecer. No pienses que crecer es volverte rico, tener un buen cargo o alcanzar cualquiera de las "metas" que la sociedad define como éxito. Crecer es ser una mejor persona cada día, ser más humano para poder reflejarlo y aplicarlo con las personas que los rodean. Crece en tu sabiduría, en el respeto y amor propio, en tu dignidad; es eso lo que en el fondo las personas admirarán de ti. Es nuestro carácter el que perpetúa, por eso cultívalo y trabájalo, ponlo como algo prioritario en tu vida.
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